Aceptación desde la Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT)

 La aceptación es un concepto fundamental en la Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT, por sus siglas en inglés), un enfoque de terapia psicológica que pertenece a la tercera ola de terapias cognitivo conductuales. En términos generales, la aceptación en ACT se refiere a la disposición para experimentar pensamientos, sentimientos y sensaciones sin tratar de evitarlos o cambiarlos, incluso cuando son incómodos o dolorosos. Esto no implica resignación o conformismo, sino más bien una apertura y flexibilidad ante la experiencia interna, con el objetivo de vivir de acuerdo con los valores personales.

La aceptación en ACT se contrapone a la evitación experiencial, que es la tendencia a intentar evitar o controlar pensamientos y emociones que resultan desagradables. Según Hayes, Strosahl y Wilson (2011), la evitación experiencial puede llevar a un círculo vicioso donde el esfuerzo por evitar el malestar emocional acaba intensificándolo, limitando la vida de la persona y alejándola de lo que realmente valora. En cambio, la aceptación permite que las personas reconozcan y hagan espacio para sus emociones y pensamientos, sin que estos dicten su comportamiento o interfieran con sus metas.


La importancia de la aceptación en la vida

La aceptación es crucial para vivir una vida plena y significativa porque permite a las personas relacionarse de manera más efectiva con sus experiencias internas. Al aceptar sus pensamientos y emociones tal como son, las personas pueden enfocarse en lo que realmente importa en sus vidas, en lugar de gastar energía en luchar contra su propia mente. Este enfoque promueve una mayor flexibilidad psicológica, que se define como la capacidad de estar presente, abrirse a la experiencia, y actuar en función de los valores personales, incluso en presencia de dificultades (Hayes et al., 2011).

En la vida cotidiana, practicar la aceptación puede ayudar a las personas a manejar situaciones estresantes. Por ejemplo, una persona que experimenta ansiedad puede aprender a aceptar ese sentimiento como una parte natural de la vida, lo que le permite tomar decisiones basadas en sus valores, en lugar de evitar situaciones que desencadenan la ansiedad. La aceptación no elimina el malestar, pero cambia la relación con él, lo que puede reducir su impacto disfuncional.

En conclusión, la aceptación en ACT es una herramienta poderosa para mejorar la calidad de vida al permitir a las personas vivir de manera más auténtica y alineada con sus valores, sin quedar atrapadas en la lucha contra su propia experiencia interna.


Autora: Carolina Irais López Trujillo


Referencias

Hayes, S. C., Strosahl, K. D., & Wilson, K. G. (2011). Acceptance and commitment therapy: The process and practice of mindful change (2nd ed.). The Guilford Press.

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