Creencias centrales e intermedias desde el enfoque Cognitivo Conductual
¿Te has preguntado alguna vez por qué reaccionas de cierta manera ante determinadas situaciones? En la Terapia Cognitiva Conductual (TCC), dos conceptos clave que nos ayudan a entender nuestras reacciones son las creencias centrales y las creencias intermedias.
¿Qué son
las creencias centrales?
Las creencias centrales son ideas profundas y
fundamentales sobre uno mismo, los demás y el mundo, que suelen desarrollarse
en la infancia. Estas creencias son absolutas y permanentes, y pueden ser
positivas o negativas.
Ejemplos de creencias centrales:
- "Soy incompetente."
- "Nadie me quiere."
- "El mundo es un lugar peligroso."
¿Y las
creencias intermedias?
Las creencias intermedias, por otro lado, son
actitudes, reglas y suposiciones que se derivan de nuestras creencias
centrales. Estas creencias son menos rígidas y suelen influir en nuestros
pensamientos automáticos y comportamientos cotidianos.
Ejemplos de creencias intermedias:
- Actitudes:
"Es terrible cometer errores."
- Reglas: "Debo ser perfecto en todo lo que
hago."
- Suposiciones:
"Si fallo en algo, todos me rechazarán."
Según Beck (2011), las creencias intermedias
actúan como un puente entre las creencias centrales y los pensamientos
automáticos, que son las interpretaciones inmediatas y no evaluadas que hacemos
sobre las situaciones diarias.
¿Por qué es
importante identificarlas?
Identificar y desafiar estas creencias es
crucial en la TCC porque nos permite reestructurar nuestros patrones de
pensamiento y desarrollar formas más adaptativas de responder a las
situaciones. Al trabajar en estas creencias, podemos mejorar nuestra salud
mental y bienestar general.
Referencias
Beck, J. S. (2011). Cognitive Behavior
Therapy: Basics and Beyond (2nd ed.). Guilford Press.
Padesky, C. A., & Greenberger, D. (1995). Mind
Over Mood: Change How You Feel by Changing the Way You Think. Guilford
Press.
Autora: Carolina Irais López Trujillo
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