Funciones ejecutivas y Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH)
En el complejo entramado de nuestra mente, existe un conjunto de habilidades cognitivas que actúan como el director de una orquesta, coordinando nuestras acciones y decisiones: las funciones ejecutivas. Estas habilidades son esenciales para enfrentar los desafíos diarios, tomar decisiones, regular nuestro comportamiento en diversos contextos, entre otras cosas. En este artículo, nos sumergiremos en el fascinante mundo de las funciones ejecutivas, explorando qué son y cómo se relacionan con el TDAH.
Las funciones ejecutivas son "un conjunto de procesos
cognitivos que nos permiten organizar nuestra conducta en función de metas, mantenernos
enfocados en tareas complejas, planificar acciones y regular nuestras emociones"
(Diamond, 2013, p. 135).
La importancia de las funciones ejecutivas radica en su
papel fundamental en la adaptación del individuo a su entorno. Según Zelazo y
Carlson (2012), estas habilidades influyen en nuestra capacidad para resolver
problemas en el trabajo, mantener la concentración en las tareas escolares,
tomar decisiones acertadas, controlar nuestros impulsos físicos y verbales y
adaptarnos a situaciones cambiantes. Las funciones ejecutivas son la base sobre
la cual construimos la vida cotidiana en convivencia funcional con otros.
Las funciones ejecutivas están estrechamente relacionadas
con diversas regiones del cerebro, especialmente la corteza prefrontal. Según
Barkley (2015), esta área del cerebro desempeña un papel crucial en la
planificación, la inhibición de respuestas impulsivas y la autorregulación
emocional.
En este sentido, estudios de neuroimagen han encontrado
evidencia de diferencias estructurales y funcionales en la corteza prefrontal
de individuos con TDAH en comparación con individuos controles. En estudios de
resonancia magnética estructural se ha revelado un menor volumen de materia
gris en áreas específicas de la corteza prefrontal en personas con TDAH (Valera
et al., 2007).
Lo anterior es un factor importante, más no exclusivo, que
nos lleva a observar que en el TDAH, a menudo se presentan dificultades en
procesos como la atención sostenida, la inhibición de respuestas impulsivas y la
autorregulación emocional, las cuales pueden observarse en la dificultad para
mantener la motivación ante una tarea, esperar turnos, permanecer concentrados
en sus actividades, leer atentamente antes de responder un examen, entre otras
cosas.
En conclusión, las funciones ejecutivas son las habilidades
cognitivas que nos permiten navegar por el complejo laberinto de la vida. Son
fundamentales en la adaptación del individuo a la vida cotidiana. Al comprender
mejor qué son y lo qué puede suceder en algunos trastornos del neurodesarrollo
como el TDAH, seremos capaces de ser tolerantes ante la diversidad de
funcionamiento ejecutivo y brindar los apoyos necesarios para que dichas
personas puedan adquirir las habilidades necesarias para adaptarse a su
entorno.
Referencias:
Barkley, R. A. (2015). Attention-Deficit Hyperactivity
Disorder: A Handbook for Diagnosis and Treatment (4th ed.). Guilford
Publications.
Diamond, A. (2013). Executive functions. Annual Review of Psychology, 64(1), 135-168.
Hillman, C. H., Erickson, K. I., & Kramer, A. F. (2018).
Be smart, exercise your heart: exercise effects on brain and cognition. Nature
Reviews Neuroscience, 9(1), 58-65.
Valera, E. M., Faraone, S. V., Murray, K. E., & Seidman,
L. J. (2007). Meta-analysis of structural imaging findings in
attention-deficit/hyperactivity disorder. Biological Psychiatry, 61(12),
1361-1369.
Zelazo, P. D., & Carlson, S. M. (2012). Hot and cool
executive function in childhood and adolescence: Development and plasticity. Child
Development Perspectives, 6(4), 174-180.
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